Por fin eres madre y disfrutas de cada momento de tu bebé, de sus risas y gorjeos. Empieza a andar, a jugar, a decir sus primeras palabras, y tú te deleitas con ese angelito que ha llegado a tu vida y la ha colmado de alegrías (aunque también de trabajo). Y de pronto, un ser tremendo se apodera de tu "ya no tan bebé" y lo posee, endiablándolo como jamás lo habías visto. Sí, si has vivido esto, te digo: bienvenida a los "terrible twos"!!!
Según los anglosajones, esta etapa se conoce así porque más o menos alrededor del segundo cumpleaños, nuestros pequeños angelitos contenidos empiezan a desbordarse de energía negativa y nos aborda una etapa complicada en su crianza que, a veces, nos pilla desprevenidos. ¿Qué características tiene esta etapa y por qué se produce? Voy a intentar explicarlo desde mi experiencia y echando mano de Dr. Google:
- Carácter, independencia y personalidad. Hasta ahora, nuestros hijos habían sido un apéndice nuestro, unos pequeños koalitas o canguros marsupiales metidos en nuestra bolsa, y ahora empiezan a separarse de nosotros y buscar su propia personalidad. Para ello, tienen que ir probando y reafirmándose en sus convicciones personales.
- Retos y límites. Al separarse de nosotros y tener su propia personalidad, deben ir aprendiendo hasta dónde llega esa recién estrenada libertad, y para ello, nos van retando hasta saber hasta dónde les permitiremos llegar.
- Descubrimiento y experimentación. Por primera vez, tú no vas a ser la que introduzca ciertas cosas por primera vez a tu hijo, y esa recién estrenada habilidad también le puede causar ciertas preocupaciones e inseguridades.
- Rabietas. Esta recién estrenada independencia conlleva un batiburrillo de emociones y frustraciones que no había experimentado hasta ahora. Gestionar esas nuevas sensaciones es difícil y los niños tienen que buscar una manera de aprender a entender sus sentimientos y ponerlos en orden cuando aún les cuesta gestionar sus emociones y expresar en palabras sus frustraciones.
¿Cómo gestionar y sobrevivir a los terribles 2 años? Pues bueno, aún lo estoy experimentando y creedme, no soy ni mucho menos una experta, pero intento seguir una serie de pautas que he encontrado por ahí y unas cuantas ideas de mi adorada intuición materna para afrontar esta etapa:
- Permitir esa independencia. Nuestros polluelos tienen que salir del nido. Es una realidad. Y nosotras debemos aprender a dejarlos ir, potenciar su independencia y su libertad, permitirles elegir. Si intentamos ser madres gallina con nuestros polluelos siempre bajo el ala, estaremos impidiendo un correcto crecimiento personal que no hará más que frustarlos a medio o largo plazo, aunque ahora parezca la opción más fácil.
- Ser constantes y coherentes con los límites. No podemos confundir a nuestros hijos, es tremendamente contraproducente. Si hoy no se puede hacer una cosa, mañana tampoco está permitida, por mucho que llore o por muy cansados que estemos.
- Mantener los nervios. Los niños son pequeños imitadores. Si nosotros perdemos los nervios y montamos en cólera, ¿cómo vamos a pedirles a ellos que no lo hagan?
- Evitar el conflicto. Para mi gusto, el punto medio es el mejor; no siempre hay que evitar una confrontación ni una rabieta, el niño debe aprender a gestionar su frustración y los límites y negativas, pero tampoco se puede estar todo el día a la gresca; ni es bueno para él/ella ni para nuestros nervios. Si sabemos que una circunstancia va a desatar a la bestia, pensemos bien si merece la pena o cuántas van ya hoy e intentemos darle la vuelta a la situación y evitar el conflicto. Eso sí, si sucede, ahí ya sí que no se puede dar marcha atrás, si se cede, el berrinche habrá tenido efecto y se repetirá en cuanto pueda, sabiendo que puede salir victorioso del mismo.
Así intentamos lidiar nosotros con nuestro "terrible" Renacuajo en esta época. Y a decir verdad, hay que reconocer que los 2 años no son solo terribles, sino también tremendamente divertidos y apasionantes, así que disfrutemos de cada etapa de nuestros hijos, porque todas pasan y todas contribuyen a forjar el ser humano del futuro.
Y vuestros hijos/as, ¿han pasado por los terribles 2 años? ¿Cómo los habéis afrontado? ¿Creéis que es una especie de preadolescencia precoz? ¿Qué truquitos os parecen más convenientes y eficaces?