martes, 29 de noviembre de 2016

Celos entre hermanos

Creo que de una forma u otra, todos los niños acusan la llegada de un hermano o hermana, al menos, al principio. Aunque se puede trabajar el asunto desde el embarazo, es difícil predecir cómo se comportará el hermano mayor cuando lo sea, cómo recibirá al bebé y cuál será su comportamiento. 

En nuestro caso, durante el embarazo, intentamos informar al Renacuajo sobre todo de qué iba a pasar, contándole que dentro de la tripa de mamá había un bebé que no iba a estar siempre allí dentro; que un día, mamá se iría al hospital y volvería con un bebé pequeñito que se quedaría para siempre. Dependiendo de la edad del mayor, supongo que los trucos y estrategias irán cambiando, pero en nuestro caso, con casi 2 años y medio, no estábamos 100% seguros de si lo entendía realmente o no. Cuando llegó Ranita, nos dimos cuenta de que Renacuajo lo había entendido perfectamente, sabía que yo había ido al hospital y que ya no había tripa, sino un bebé que se iba a quedar en casa. Nunca nos pidió que lo devolviéramos (que lo he oído en otros casos) ni concibe su vida desde el primer día sin su hermanita, pero de ahí a un amor incondicional y sin celos, hay un trecho.

La relación entre mis hijos creo que es bastante buena. Ranita adora a Renacuajo. Cualquier cosa que le haga o diga le hace soltar una carcajada de oreja a oreja. Consigue hacerla dejar de llorar y es su segunda persona preferida (una mamá lactante es mucha mamá a estas alturas!!! ;p). Y como ella no ha conocido otra vida sin hermano, supongo que le será más fácil en el futuro, aunque tampoco puedo predecir si tendrá celos de Renacuajo o no. Respecto a Renacuajo, también quiere mucho a Ranita, siempre pregunta por ella y la echa de menos cuando no está, pero cuando está, tampoco le suele hacer mucho caso. A ratos, quiere cogerla (con el consiguiente peligro) o que haga cosas con él, pero en general, la encuentra un poco aburrida! Lo que está haciendo últimamente es decir que la hermana quiere hacer ciertas cosas porque él quiere que las haga. Por ejemplo: "Mamá, la hermanita quiere sentarse aquí con yo." o "La hermana quiere saltar en los charcos de barro de Peppa Pig" (es decir, en su cama). 

Conmigo, no muestra demasiados celos, no me pide cosas que sabe que no puedo hacer cuando estoy con Ranita (como por ejemplo, cogerlo en brazos), no pide que deje a la hermana para prestarle atención a él ni se enfada si le digo alguna vez que no puedo porque estoy con ella. Sin embargo, hay ciertas personas que son para él, y no las comparte. Creo que asume que su mamá tiene que estar con el bebé, pero el resto, ¡no! Por ejemplo, no le gusta nada que la cojan las abuelas, cuando la cogen, se busca la forma de llamar la atención: "Agüelaaaa, yo estoy aquíiiii, Agüelita, te mienes a jubar a mi cuarto con yo? Un poquito por favor??

En general. creo que mi Renacuajete está gestionando muy bien la llegada de la hermana. Me encanta ver cómo interaccionan y que se quieren. De todas formas, ya me han advertido de que no puedo cantar victoria todavía, que a veces, los celos surgen más adelante, cuando el bebé empieza a hacer más cosas y a reclamar más atención, así que seguiré pendiente!

Y vosotras, cómo gestionáis la relación entre vuestros hijos? ¿Se tienen celos? Y a las que aún tenéis solo uno, ¿cómo imagináis la llegada del segundo? ¿Tenéis pensadas algunas estrategias para hacer el tema más llevadero?

lunes, 7 de noviembre de 2016

Mi bimaternidad

Siempre supe que tener 2 hijos tenía que ser difícil, pero realmente, no creía que fuera a serlo por los motivos que lo está siendo. Pensé que sería muy cansado, que lo es, y muy gratificante, que también lo es, pero ahora que tengo 2 hijos, puedo decir que lo que más me está costando es no poder darles a ambos la atención que requieren y necesitan. Creo que nunca he sido una madre hiperprotectora, pero me está costando mucho. Se me parte el corazón cada vez que estoy con Renacuajo consolándolo por cualquier cosa y Ranita empieza a llorar desconsoladamente y le digo a Renacuajo que me tengo que ir a por la hermanita y me dice: ¡pero es que yo también estoy llorando!! :( Y tiene toda la razón :(

Supongo que es inevitable y probablemente, hasta beneficioso, no poder darle a tus hijos una atención totalmente personalizada, que aprenden a compartir, a ser pacientes, a esperar, pero me sobrepasa muchas veces y me cuesta mucho trabajo. Normalmente, voy dando prioridad a cada uno cuando la tiene y me apaño, pero hay momentos en los que es muy difícil, sobre todo, cuando Renacuajo me necesita (berrinche, caída, desastre doméstico, enfermedad...), porque Ranita no espera (obvio, es un bebé, la pobre no entiende eso de "ahora le toca a tu hermano, espera 5 minutos"). Eso es lo que más me cuesta, mucho más que el cansancio físico, que la preocupación multiplicada por dos, que la cordura dividida hasta su mínima expresión, que la aniquilación completa y absoluta de mi persona (y mi pareja) durante unos (interminables) meses. Pero sobrevivo. 

Y sobrevivo. sobre todo, por tres motivos principales:
  • El primero y más importante, sin dudarlo: MR. SAPO. No sé qué haría sin él. Pienso muchas veces en las madres/padres solteros y no sé cómo lo hacen. Mi reconocimiento desde aquí. Pero pienso que sin la inestimable colaboración de Mr. Sapo, ya hace tiempo que habría perdido la poca cordura que me queda. Gracias a él, puedo dedicarle atención a mis dos hijos de forma individual y hasta tener pequeños ratitos para mí cuando él está en casa. No concibo la maternidad de otra forma; en casa, los niños son de los dos y juntos, somos un equipo, pero separados, somos capaces de encargarnos sin problemas de ellos (lo de la lactancia materna es lo único que Mr. Sapo aún no ha perfeccionado! ;)

  • El porteo. Gracias al fular, tengo las dos manos libres y a una Ranita frita que me dejan dedicarme a Renacuajo cuando estoy sola con los dos. Podemos jugar, pintar, leer un libro, pasear, ir al parque...dejarle al pobre de Renacuajo que se vuelva a sentir hijo único, centro de mi vida, durante unas horas. Cuando está Mr. Sapo con nosotros, a veces, se queda él con Ranita y yo disfruto con Renacuajo, pero si papá está en casa, Renacuajo prefiere compartir tiempo y atenciones con la hermanita a quedarse sin su papá, así que solemos estar en familia los 4.

  • La guardería: porque Ranita también merece atención, y con Renacuajo alrededor, siempre tiene que compartir, nunca tengo tiempo a dedicarme a ella en exclusiva, sé que es lo que toca por ser la segunda, pero si puedo darle a ella también sus ratitos de atención, pues mucho mejor, así que las mañanas son para nosotras, para poder jugar en la cama, tumbarnos en la mantita de juegos, intentar coger el sonajero, pasear...para que Ranita también experimente un poco la sensación de amor y cariño de su madre en exclusividad, como si fuera el primer bebé, no siempre teniendo que compartir a su mamá!

Así es como sobrevivo, si no fuera por estas tres cosas , mi bimaternidad sería muy diferente y probablemente , estaría aún menos cuerda! Y hoy, dos de esas tres cosas me faltan: Mr Sapo tiene un día intensivo en el trabajo y Renacuajo no ha ido a la guarde porque se está recuperando de otra bronquitis , así que espero que el porteo sea nuestra solución mágica hoy, porque si no, creo que será mi fin y este será mi última entrada! ! Jajaja ;p